jueves, 14 de enero de 2010

Año nuevo, recetas nuevas

¡Año nuevo, vida nueva! reza el proverbio y yo con la primera receta que hago en este 2010 quise intentar algo nuevo para mi en la cocina, es decir, usar elementos típicos de la cocina salada en la preparación de dulces. Ejemplo de estos ingredientes es la auyama, para mi conocido como ingrediente de cremas y sopas, y no les voy a mentir, había oído hablar de la torta de auyama, incluso decir que era muy sabrosa, pero nunca la había ni probado. Con el inicio de este nuevo año, que espero traiga consigo un millón y más de cosas buenas, decidí, aunque fuera alegóricamente, romper las barreras que separan lo conocido y lo desconocido, a la conclusión a la que llegué fue que si todo lo que descubrimos es así de extremadamente delicioso, espero que a todos nos lluevan descubrimientos a diario.

Torta de auyama
Ingredientes:
1 taza de puré de auyama
2 tazas de harina
3 cucharadas de polvo de hornear
1 cucharadita de canela en polvo
100 gramos de mantequilla
1 1/2 taza de azúcar
3 huevos grandes
1 cucharada de vainilla






Se que muchos de ustedes sabrán hacer un puré de auyama, pero se que hay personas, al igual que yo en mis primeros tiempos, que ni idea. Primero la lavamos bien, le quitamos las semillas y luego la picamos en pedazos grandes.












Ponemos los pedazos de auyama en una olla con agua que apenas los cubra.






Verificamos si está lista la auyama pinchándola con un tenedor o cuchillo si llega hasta la concha sin ofrecer resistencia está lista.





Un pedazo a la vez hacemos el siguiente procedimiento: se saca un pedazo, se apoya sobre un plato y con una cuchara se separa la pulpa de la concha.










La pulpa la iremos colocando en el vaso de la licuadora, una vez que hayamos terminado con toda la auyama licuamos. Si está muy denso y no se logra licuar podemos agregar un poco del agua de la olla.





De esta pulpa necesitamos sólo una taza. Si no saben que hacer con lo que les quede les sugiero que le agreguen aceite, pimienta y sal y tendrán una crema súper sencilla y deliciosa.





Luego para evitar imprevistos preparamos el molde de una vez. Les recuerdo para el horno generalmente el molde se prepara así: se unta primero con mantequilla y luego se espolvorea con harina. Debemos tener atención de que no queden grumos de harina, podemos evitar que eso pase dándole pequeños golpes firmes al molde luego de haber esparcido bien la harina.















En un bol se ciernen la harina, la canela, el polvo de hornear y la pizca de sal y dejamos ahí hasta que lo vayamos a agregar a la mezcla de la torta.







Batimos la mantequilla con el azúcar. Recuerden que es preferible dejar la mantequilla a temperatura ambiente por algunos minutos antes de comenzar la preparación, pues de esta manera la textura de la mantequilla será mucho más blanda y por lo tanto más fácil de batir.












Una vez que la mantequilla esté completamente incorporada con el azúcar, procedemos a agregar los huevos y seguimos batiendo.




Cuando la mezcla se torne homogénea añadimos la vainilla.





Luego añadimos el puré de auyama y seguimos batiendo hasta que la mezcla tenga un bello color naranja.








Posteriormente agregamos poco a poco la mezcla de ingredientes que teníamos reservados en el bol, luego de haberlos cernido juntos y batimos hasta que desaparezcan todos los grumos.







Vertemos la preparación en el molde y llevamos al horno, previamente calentado, por una hora aproximadamente a 350ºF.









Para saber si la torta está lista podemos insertarle un cuchillo, si este salé limpio implica que la torta está lista. ¡Ojo! no pongan nunca el cuchillo antes de que se haya cumplido al menos mitad del tiempo indicado para la preparación pues pueden impedir que su torta crezca.








¡Lista!
Mi torta la espolvoreé con azúcar pulverizada. Les aseguro chicos, estaba esponjosita y deliciosa.









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